La bombacha rosa... ¿por qué se regala y cuándo hay que usarla?
Cuando se acerca la Navidad mucha gente en occidente comienza a pensar en los regalos. Entre los obsequios que no pueden faltar en el arbolito de navidad se encuentra la clásica bombacha rosa. Eso sí, debe ser nueva y regalada. Vedettina, culotte, cola-less, de algodón, de lycra, de gasa, de satén, de encaje, trasparentes, bordadas, lisas, ralladas, con estampas... La lista de variedades es muy larga. Sin embargo, lo verdaderamente importante es que sean de color rosa.
Como sinónimo de buen augurio, las mujeres usan esta prenda en la noche de Año Nuevo para comenzarlo con suerte. Se las compra para regalarlas en Navidad, para ser estrenadas en la noche del 31.
Superstición o costumbre
Las bombachas rosas son, tradicionalmente, regalos de abuelas, tías o madres. Por superstición o por costumbre, el rito se transmite de generación en generación. Según la creencia popular, debe ser regalada por otra mujer con la que se comparte la mesa de Nochebuena. "Hay señoras que las llevan de a montones, para las nietas, las hijas y las sobrinas", señaló la dueña de un negocio de ropa íntima de Buenos Aires.
"La verdad es que no sé por qué nos regalamos una bombacha rosa entre las mujeres. Nunca me lo pregunté, pero es una costumbre tan arraigada en mi familia que no me imagino una Nochebuena sin recibir la bombacha", contó una clienta mientras compraba regalos en ese local del microcentro.
"Mi mujer me manda a comprar las bombachas para mis hijas y para mi suegra. Todos los años lo hago y no se muy bien de qué se trata esta costumbre. A veces me da un poco de vergüenza porque los negocios están llenos de mujeres" Relata otro testimonio recolectado en el mismo lugar.
Sin embargo a veces las dudas son muchas. ¿Se regala el 24 y se estrena el 25? ¿O en la noche de Año Nuevo? ¿Nos traerá buena suerte, mucha plata o un novio? ¿Hay que regalársela sólo a las solteras? ¿O vale, también, para una noche de pasión en pareja? Las respuestas son diferentes y muy variadas; las certezas, pocas.
La historia
Ritual con características propias, para algunos tiene un origen pagano ligado a la procreación y la fertilidad. Para otros, se relaciona con la práctica de los creyentes que el tercer domingo de Adviento encendían una vela rosa como símbolo de la alegría que les generaba la llegada de Jesús al mundo. En este último caso, no debemos olvidarnos de que fue justamente el Cristianismo el que durante años insistió en criticar la compulsión femenina por la estética y la moda, calificándola como una actitud degradante y revalorizando la pureza interior: cuanto menos por afuera, mejor por adentro…
Los descreídos también aportan su versión: otros historiadores ligan este hecho a las tradiciones de la moda victoriana o a las fiestas excéntricas de la Belle Epoque en donde la consigna era ataviarse de manera navideña completamente de rosa, incluyendo la lencería.
De generación en generación, este rito ha pasado por todas las mujeres de la familia. En cuanto a las fechas, lo que queda claro es que hay que regalarla el 24 de diciembre. ¿Cuándo estrenarla? Dos posibilidades: algunas versiones se inclinan por el 25 (y le asignan un sentido de fertilidad), otras por el 31 y afirman que vestir algo nuevo para comenzar el año es adelanto de prosperidad y buena suerte.
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Última modificación de esta página 17-10-2020.
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